ORIENTACIONES SOBRE LAS PLANILLAS DE REGISTRO DE PARTICIPACIÓN EN EL REFERENDUM 2023
Muy estimado presidente de Seccional
Desenado responder a muchas inquietudes recibidas desde nuestros centros, procedemos a compartir con ustedes las siguientes orientaciones en esta coyuntura del referéndum sobre el Esequibo. Se trata del tema de la participación nuestra como docentes, personal administrativo y obrero, de nuestros centros educativos en el referéndum.
Como punto de partida, ante este evento refrendario, apoyamos la libertad de cada una de las personas que están implicadas en AVEC, cada uno debe actuar según sus propias convicciones, y actuar libremente.
En este sentido, siendo actores libres, tampoco estamos obligados a aplicar ningún instrumento donde recojamos información que evidencie si la persona recurrió o no recurrió a esos procesos refrendarios o electivos. Ni hay obligación de responderlos en caso de que alguien presentara esa exigencia. Creemos que son procedimientos que irrespetan la esencia del derecho a votar. El participar en un referéndum o el participar en una elección presidencial o no presidencial es un acto personal, es un derecho de la persona, es algo que está normado en nuestras leyes. Por lo tanto, no podemos intimidar a nadie para que vote por una u otra corriente política. Podemos invitar al personal para que dé su opinión, pero no podemos vulnerar el acto electivo exigiendo que declare por quién votó. Tampoco podemos estar vigilantes el día del acto electoral, referéndum o votación, para que la persona firme alguna planilla en el momento en el cual emite su voto.
Nosotros somos Educación Católica, tenemos una identidad propia y debemos mantenerla. Somos educadores que queremos al país y pretendemos ayudar sin involucrarnos, como centros educativos, en actuaciones políticas.
Por otra parte, es una realidad que todos nosotros de alguna forma también actuamos en lo político: cuando asistimos a una protesta, cuando nos organizamos para atender situaciones que nos afectan, cuando decidimos no participar por razones personales y/o de conciencia, cuando apoyamos una determinada opción política, o cuando proponemos otras opciones distintas, en todos esos espacios estamos ejerciendo nuestro rol político, o sea, todos nosotros, de una u otra forma, somos sujetos de acciones políticas.
Pero, debemos cuidar que esa práctica política no arrastre a otros, ni pretendamos llevarla al interior de nuestros centros educativos. Allí deberíamos favorecer una formación ciudadana y los elementos socio políticos básicos para una asunción gradual de esta dimensión en la persona, pero no debemos politizar esos espacios.
Es importante remarcar que votemos o no votemos, eso es un acto individual, es un derecho personal, es algo secreto, es algo sagrado. Nadie tiene facultades legales para violar el secreto del voto. A este respecto, lo único que se debe firmar es el cuaderno de registro del ente que regula el proceso eleccionario o refrendario.
En tal sentido, nos ajustamos a lo que dicen nuestras leyes: la Constitución es clara ante tal exigencia, así se evidencia en el art. 63 que señala de manera general que el sufragio sólo puede ser ejercido mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. También la Ley Orgánica de Procesos Electorales (publicada en la Gaceta Oficial Extraordinario Nro. 5928 de 12-08-09) regula y desarrolla los principios constitucionales y los derechos de participación política de los ciudadanos y ciudadanas, en los procesos electorales mediante los cuales el Consejo Nacional Electoral garantiza el derecho al sufragio, la participación política y la soberanía popular. Igualmente, en el artículo 289 del Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (publicado en la Gaceta Oficial Extraordinario Nro. 15 de 21-02-13) expresa que «El voto es secreto, libre y su ejercicio se garantizará frente a cualquier coacción o soborno.»
Como podemos ver, hay fundamentos de peso para resistir a la intención de hacer del voto una acción manipulada por terceros.
Sin más, invitamos a cada uno de ustedes y al personal de nuestros centros a actuar según la propia conciencia, sin dejarse intimidar por acosos externos, y actuar de acuerdo a lo que decida desde sus convicciones ciudadanas.
Dios siga acompañando nuestras labores educativo evangelizadoras.
Presidencia Nacional